¿Cómo manejar un conflicto?

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A lo largo de nuestra vida laboral nos encontraremos con toda clase de conflictos, pero que existan no significa que deban de tener una connotación negativa. A raíz de un conflicto pueden surgir nuevas soluciones a un problema y además, podemos poner en práctica nuestras habilidades sociales, ya que para llegar a un arreglo o solución positiva es necesario utilizar el habla y la negociación.

Por definición un conflicto es un problema, cuestión, materia de discusión. (2019, RAE. Conflicto). Por lo tanto, los conflictos surgen por desacuerdos o distintas posturas entre dos o más personas y si estos no son resueltos pueden perjudicar las relaciones interpersonales y el logro de objetivos. Es importante resaltar que no todo conflicto es malo, pues si son abordados correctamente pueden aportar cosas positivas, como el identificar áreas de oportunidad y hacer un cambio positivo.

Sabemos que afrontar diferencias no siempre es fácil, aquí te compartimos distintos estilos para manejar este tipo de situaciones. Según Hubspot existen 5 estilos:

Complaciente.

El objetivo es mantener la armonía o paz con la otra parte, normalmente es mayor el interés en la relación y dejas de un lado tu objetivo. Este estilo está enfocado a la flexibilidad.

Evasivo.

Este estilo mantiene un interés bajo por sus creencias o las de la otra persona, busca evitar por completo cualquier tipo de enemistad y prefiere posponer la situación sin conseguir un objetivo.

Comprometido.

El interés en los objetivos se encuentra en un punto medio, ya que busca encontrar soluciones que satisfagan en cierta manera a las partes involucradas. Es necesario atender parcialmente las necesidades cuando lo importante es llegar a una solución temporal.

Colaborativo.

Este estilo  busca una situación de ganar-ganar, no busca soluciones intermedias, al contrario, el objetivo es encontrar una solución que complazca y beneficie a todas las partes involucradas. Es un proceso más “rico”, pues aborda distintas perspectivas para llegar a un acuerdo.

Competitivo.

Este estilo se orienta en perseguir los objetivos propios y deja a un lado otros puntos de vista, por lo que suele presionar o rechazar ideas. Puede sonar impositivo, pero es apropiado cuando estás en situaciones en donde debes defender algo propio o necesitas acutar rápido.

Y tú, ¿de qué manera resuelves un conflicto?

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