Hablemos de adicción al trabajo y estrés

9 minutos de lectura

Una de las principales razones que me llevaron a escribir este artículo, es que enfrentamos el año 2017 con bastante incertidumbre. Entre el tema de que ¨se nos acabó la gallina de los huevos de oro¨, la transición de un nuevo presidente en nuestro país vecino, los gasolinazos y el incremento del tipo de cambio, nos encontramos en un vaivén de constante estrés no solo por el destino comercial y político de nuestro país, sino por mantener nuestro trabajo lo más estable posible, pues de este depende nuestra economía y estabilidad familiar.

Esto nos lleva a analizar lo que impactan estos temas en el ámbito personal; debido a las presiones que existen en el mundo laboral actual donde comúnmente buscamos dar el 100% en el desempeño de nuestras funciones, este tipo de sucesos sociales provoca que en el momento en que consideramos que no logramos cumplir con todo lo solicitado, en muchas ocasiones, optamos por aumentar las horas de trabajo para lograr los objetivos establecidos.

Aunque no está mal tomarnos tiempo extra para poder cumplir con nuestras actividades en tiempo y forma, cuando esta acción se repite constantemente se puede correr el riesgo de convertirse, poco a poco, en adicción al trabajo.

En inglés, la adicción al trabajo se conoce con el término de workaholism (de ahí el modismo que utilizamos como workaholic), es decir, estas personas literalmente se embriagan de trabajo e inclusive sufren síntomas muy parecidos a los alcohólicos como el síndrome de abstinencia (profunda ansiedad si no trabajan muchas horas extras).

Otras personas que pueden convertirse en adictos al trabajo son aquéllas que tratan de escapar de problemas familiares los cuales no pueden, o no saben controlar, o aquellos que no quieren enfrentarse a su realidad y buscan refugio en sus trabajos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión y la ansiedad cuestan a la economía mundial 1 billón de dólares al año; pues estos trastornos mentales comunes están en aumento en todo el mundo. Entre 1990 y 2013, el número de personas con depresión o ansiedad aumento cerca de un 50%, de 416 millones a 615 millones. Cerca de un 10% de la población mundial está afectado, y los trastornos mentales representan un 30% de la carga mundial de enfermedad no mortal. La OMS estima que durante las emergencias 1 de cada 5 personas se ve afectada por la depresión y la ansiedad.

En una oficina los adictos al trabajo son fácilmente reconocidos, ya que presentan el siguiente patrón de comportamiento:

·       Se encuentran laborando en cualquier momento y lugar, noches, fines de semana y días festivos.

·       Preparan informes para el trabajo con mucho tiempo de anticipación

·       Almuerzan en sus escritorios

·       Dicen constantemente que están tratando de «ponerse al día».

·       Debido a esta compulsión por trabajar no es de extrañarse que estos trabajadores sufran de gastritis, colitis, alto colesterol, hipertensión arterial entre otros.

En la oficina,  los problemas más frecuentes no surgen de las personas adictas al trabajo sino de aquéllos quienes lo rodean, ya que se sienten incómodos de laborar con personas tan perfeccionistas lo que hace que el ambiente laboral sea cada vez más competitivo y puede conducir, con el tiempo, a conflictos interpersonales.

Lo importante no es solo identificar el problema sino encontrar una solución

Una vez que nos sentimos identificados o detectamos a un compañero con este problema, lo primero que necesitamos hacer es trabajar en encontrar o agregar un poco de equilibrio a la vida. Esto sólo se puede hacer elaborando una lista de actividades y relacionar si hay una síntesis entre el trabajo y las actividades no relacionadas con el trabajo. Los especialistas en salud indican que tan sólo unos 30 minutos de intenso ejercicio cardiovascular reduce inmediatamente la tensión corporal; otra recomendación que nos hacen es el levantamiento de pesas para neutralizar la ansiedad y la depresión, y aumentar la autoestima, al igual que los aeróbicos. Un adicto al trabajo debe elegir una actividad relajante que él o ella personalmente consideren relajante.

También podemos elegir algunas de estas opciones:

·       Trate de ponerse en contacto consigo mismo y buscar metas a corto o largo plazo para cumplir con las actividades laborales. Si cumplir con los plazos es un problema, siempre es posible delimitar máximo un 20% más de tiempo del que cree que realmente necesita.

·       No vivir más allá del miedo. A veces los adictos al trabajo creen que pueden alcanzar casi cualquier cosa, incluso lo imposible. Pero es importante tomar en cuenta que nunca se debe vivir un estilo de vida que no puede permitirse, ya que esto podría dar lugar a problemas de salud tarde o temprano.

·       Tomar unas vacaciones: Si no puedes costearte unas vacaciones, entonces planifica salir un fin de semana o un viaje de un día. El cambio de paisaje te sentará bien.

·       Disfruta las cosas pequeñas y sencillas de la vida. Tómate el tiempo para disfrutar de los placeres sencillos de la vida, un día hermoso o pasar el tiempo riéndose con los amigos. Todos los días ocurren muchas cosas positivas alrededor de nosotros. Aprende a detenerte, a percibir y a apreciar. La vida es un milagro que debemos disfrutar tanto como podamos.

·       Come alimentos que te ayuden a reducir el estrés. Avena, pan, pasta integral, el pescado, el té negro, las nueces, el aguacate y la leche son algunos de los alimentos que te pueden ayudar a combatir el estrés.

·       Cambia tu rutina. Uno de mis autores favoritos, Paulo Coelho dijo: «Si usted piensa que la aventura es peligrosa, entonces prueba la rutina. Es letal.» Cambiar la forma en como haces las cosas puede ayudarte a aliviar el estrés, el cambio es bueno para nuestros cerebro. No hagas las mismas cosas en ciertos días, semanas tras semana. Revuelve un poco tus actividades.

·       Asiste a un evento. Ve a ver algo que disfrutes. Un encuentro deportivo, un show de teatro, un concierto musical, una banda en vivo – cualquier cosa que te interese. Saca tiempo para ir a ver algo que te de energía o te inspire.

·       Coloca plantas en tu casa. Algunos estudios sugieren que las plantas en el hogar pueden ayudar a reducir la presión arterial y a aliviar el estrés. Es más, las plantas se ven bien y también pueden ayudarte a mantener tu casa con una apariencia limpia y fresca.

·       Lee por placer. Los libros e historias pueden transportarnos a lugares nuevos en nuestras mentes, y nos ayudan a dejar de lado las preocupaciones. Lee libros que te interesen y te inspiren – autobiografías, autoayuda, novelas de suspenso, libros de recetas, diarios de viaje – elige cualquier cosa que disfrutes.

·       Aprende a priorizar. No te preocupes por las cosas pequeñas y trata de no dejar que te estresen. Algunas cosas sencillamente no valen la pena como para enojarte por ellas.

·       Administra tus finanzas. Las deudas causan estrés. Mantén el control de tus finanzas y planifica tus gastos cuidadosamente. No gastes lo que no tienes. Aprende a gastar responsablemente.

·       Trata de ser flexible. Tener una actitud rígida en la vida es estresante porque cuando las cosas cambian, como inevitablemente va a ocurrir, esa visión inflexible de la vida hace que sea más difícil y aterrador que puedas adaptarte. Trata de no ser tan rígido en tus caminos. Aquellos que están abiertos a nuevas experiencias, mantienen su mente activa y son menos propensos a sufrir de estrés.

·       Busca el silencio de vez en cuando. Apaga el televisor, tu teléfono celular, la computadora, la sobrecarga de información, porque estas cosas pueden causar estrés. Apreciar el silencio te puede ayudar a sentirse más relajado y tranquilo.

·       La risa sana. La risa es buena para el alma y puede mejorar tu estado de ánimo. Disfruta de una película de comedia, lee un libro que te haga reír, disfruta tiempo con amigos, etc.

·       Duerme el tiempo suficiente. Si vives de forma frenética vas a terminar exhausto y estresado. Asegúrate de dormir el tiempo suficiente. De esta forma podrás hacer frente a los afanes de cada día.

·       Escucha música. Elije un tipo de música que te energice y te inspire; escucha tus canciones favoritas. Si lo deseas, canta tan fuerte como puedas, si quieres. La música te ayuda a mejorar tu estado de ánimo.

·       Siempre ten un plan B. La vida no siempre funciona de la manera que queremos. Si siempre tienes un plan B, o un plan C o D si es necesario, vas a evitar el estrés de sufrir desilusión. Aprende a adaptarte, se abierto a distintas posibilidades.

Reitero que lo más importante no solamente es identificar si tenemos problemas para controlar el estrés, sino tomar conciencia y crear situaciones ganar-ganar, en cualquier organización, el trabajo en equipo es vital para mantener buenos resultados que beneficien a todos, por lo que debemos considerar buscar constantemente estar bien con nosotros mismos y con las personas con las que nos relacionamos en el dia a dia de nuestras actividades.

Referencias:

Hay Louise, 2009. Usted Puede Sanar su vida, Cuarta Edición. Estados Unidos. Editorial Urano.

http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2016/depression-anxiety-treatment/es/

https://www.elblogdelasalud.info/la-adiccion-al-trabajo-y-el-impacto-en-su-vida-personal/27696

http://www.rrhh-web.com/Art_los_adictos_al_trabajo.html

Otros artículos del blog

Categorías