Mi consejo para este 2018: ¡Fluye y disfruta el presente!

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Nada en esta vida es casualidad, siempre he pensado que, tanto los momentos, las personas, las oportunidades, los triunfos y fracasos y todo lo que nos pasa, nos sucede para llevarnos a algún lugar, a aprender algo nuevo, a identificar nuestras debilidades y fortalezas, a darnos una sacudida cuando es necesario o a darnos una gran felicidad, simplemente, para enseñarnos a saber que este mundo se mueve constantemente y debemos hacerlo con él.

Por azares del destino, recientemente fui a parar a tener una conversación con una psicóloga; en lo personal, me gusta mucho conversar con la gente, conocer sus historias, platicar las mías, empatar ideas y sentimientos y de alguna manera congeniar y hacer nuevos amigos; pero es complicado cuando sabes que alguien te está analizando mientras hablas, sabiendo que, todo lo que digas y como lo digas es reflejo de tu historia y de tu personalidad. Me gustó mucho la plática, porque no fue algo convencional, ella me contó una historia que me hizo reflexionar y sobre todo cambiar el chip actual en mi vida y que, quisiera compartir contigo.

Un día, ella fue con su familia a pasar el día a un lugar natural de cascadas y lagos, un lugar bello, lleno de paz y tranquilidad, con vegetación y aire puro que respirar. Mientras recorría el lugar, se le antojó aventarse de la cascada y, cuando ya estaba a punto de subir, su mamá le dijo: ten cuidado al caer al agua y ella preguntó ¿por qué? Su mamá le explicaba que el agua de la cascada tiene una cierta fuerza con la caída y qué, conjuntamente con la fuerza del cauce del río que viene en sentido contrario, generan un remolino justo debajo de la cascada, le agregaba que, si acaso el remolino llegara a hundirla, no luchara contra eso, ya que el mismo remolino que la haría hundirse también la haría salir, solo le dijo: ¡Fluye! no luches en contra de la corriente del remolino. Esa historia me dejó con un mensaje muy padre: aunque me sienta dentro de un remolino y quiera resolver situaciones y luchar contra eso, hay  veces donde solo tengo que fluir y dejar que tomen su cauce sin hacer absolutamente nada, todo se acomodará tarde o temprano y finalmente será bueno.Para este 2018 proponte hacer las cosas diferentes, modifica tus pensamientos, la mente es muy poderosa, para que siempre sean buenos y te enfoques en el lado positivo de las personas y de las situaciones que te suceden y, sin darte cuenta, notarás como el manejo de las situaciones y las personas se torna diferente y tendrás resultados que a lo mejor antes no tenías, sé honesto (a) contigo y con la gente a tu alrededor, no te autocritiques, no tengas pensamientos negativos a tu persona, ni siquiera las “digas en voz alta” porque la palabra tiene poder, más de lo que te imaginas; analiza el potencial que tienes y ¡sácale provecho! nútrete de lo positivo, serás más feliz y, sobre todo, estarás más tranquilo (a) y tendrás una buena vida.

Esto es un trabajo diario, que tienes que hacer consciente y repetitivo, agradece desde lo más sencillo: haber despertado, tener salud, un lugar donde dormir, tu familia, etc. hasta agradecer por: tener estudios, un trabajo y todo lo que has podido adquirir con el esfuerzo de años, sin olvidar que, si algún día llegas a perderlo, recordarás que, tener lo esencial, es lo que hará que te mantengas de pie.

Da valor a lo que valor merece, lo demás es simplemente pasajero y no vale la pena que tenga tu atención.

Valórate, valora tu vida, las personas que realmente importan a tu alrededor y que eso sea el núcleo de tu existencia, esta vida es tan complicada como para darle tiempo a lo que no funciona, eso, ya  está más cerca de la basura. Mis mejores deseos para este 2018, no olvides que se pasa volando, permítete vivir una vida plena y feliz ¡Te lo mereces! Por algo Dios te puso aquí. 

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