Lograr un buen ambiente laboral no solo debería ser un deseo en las empresas, ¡es una necesidad!, ya que las organizaciones más exitosas entienden que un entorno de trabajo sano impacta directamente en la productividad y bienestar de sus empleados. Sin embargo, es natural que surjan conflictos en la jornada laboral, donde la clave no está en evitarlos por completo, sino en saber manejarlos de forma adecuada.
Al respecto, en el informe de Gallup “Estado del lugar de trabajo a nivel mundial” se ha descubierto que los equipos empresariales con un clima organizacional sano y comprometidos generan resultados positivos. En cambio, se estima que un bajo nivel de compromiso le cuesta a la economía mundial 8,9 billones de dólares, o el 9% del PIB mundial.
3 estrategias para lograr un buen ambiente laboral
Un conflicto mal gestionado puede desmoronar equipos, bajar el rendimiento y afectar el clima laboral. Pero, si se aborda correctamente, podría fortalecer las relaciones y generar un ambiente más colaborativo. En este sentido, es esencial que los líderes y el equipo de recursos humanos cuenten con estrategias claras para identificar, gestionar y resolver los conflictos de manera eficiente, como por ejemplo:
1. Identificar de forma temprana el conflicto
Los conflictos suelen surgir de manera sutil, por lo que el primer paso es aprender a detectarlos antes de que escalen y sean un gran riesgo para el clima organizacional. Entonces, desde recursos humanos hay que estar atentos a señales de tensión e insatisfacción, por ejemplo, si dos compañeros que solían trabajar bien juntos comienzan a evitarse.
También es relevante revisar el lenguaje corporal, si un empleado evade las miradas o si en reuniones cruzan los brazos o tienen una postura cerrada, esto puede indicar malestar o tensión. En todo caso, podrían implementarse encuestas anónimas o charlas informales para conocer sus inquietudes y atenderlas.
2. Manejo de conflictos con un ambiente seguro para conversar
Para abordar conversaciones difíciles, es esencial crear un entorno seguro donde todos se sientan cómodos al hablar de sus inquietudes o preferencias sobre el trabajo y su relación con los demás colaboradores. Sin la confianza en los empleados, el diálogo se bloquea y sería más complicado manejar los conflictos adecuadamente.
Un ejemplo de ambiente seguro es cuando un empleado expresa una preocupación o inquietud sobre un proceso que no está funcionando bien. En lugar de ser ignorado o reprendido, los colaboradores agradecen su observación y solicitan ideas para mejorar el proceso.
Para lograr un entorno sano, es de gran ayuda mantener sesiones de pláticas uno a uno (one to one) entre jefes de área y colaboradores para escuchar sus inquietudes o lo que más le agrada de la organización, sin juzgar y encontrando soluciones en caso de haber controversias.
3. Hacer seguimiento
Resolver una disputa en espacios de trabajo no termina en un acuerdo o en darse la mano. Es mejor asegurar que lo pactado se cumpla, motivando a los involucrados a tratarse con respeto y estableciendo medidas o eventos para promover un ambiente laboral más sano, donde todos participen y aprendan a relacionarse como un equipo unido.
Inclusive, pueden llevarse a cabo dinámicas cada mes, por ejemplo, donde con un enfoque más casual los colaboradores puedan interactuar y sean capaces de tratarse bien para mejorar el clima en la jornada laboral.
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Sin duda, el manejo de conflictos es esencial para mantener un clima laboral saludable y productivo, por lo que los encargados de recursos humanos tienen la responsabilidad de crear estrategias que no solo prevengan las tensiones laborales, sino que también promuevan una comunicación abierta entre los colaboradores.
De tal modo, Grupo Tress Internacional pone a su disposición soluciones para la gestión de recursos humanos y el portal de autoservicio +ORDEN, que permite gestionar solicitudes de vacaciones y permisos para que, en caso de que un empleado necesite tomar un descanso y relajarse, pueda disponer de esos días.
Además, existen otras funciones como el buzón de sugerencias, donde los colaboradores pueden comentar sus reflexiones e inconformidades, así como aplicar encuestas que recojan la retroalimentación de los empleados sobre un tema en específico, por ejemplo, su percepción del ambiente laboral o la forma en que lideran sus superiores.
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